Más allá del reproche social, que va más allá de sus protagonistas, entre la pareja de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela no hay posibilidad de juicio de adulterio, porque no están casados.
Los actores, protagonistas del escándalo mediático de la semana, son dos personas libres y si se separan, sólo quedará entre ellos el tema de tenencia de los hijos y la división de bienes, arreglado entre ambos o abogado de por medio, según a nombre de quién estén los bienes, porque son solteros.
Sobre el tema hasta hubo un debate en asociaciones de abogados, que llegaron a la conclusión de que “cuando dos personas públicas quieren que algo trascienda van a Palermo” como dijo el doctor Miguel Angel Pierri en Radio del Plata, dando por sentada la teoría de que Juana y Gonzalo tenían una suerte de acuerdo para seguir aparentemente juntos hasta que nazca su hijo, para luego blanquear la separación de la pareja.
Los actores, protagonistas del escándalo mediático de la semana, son dos personas libres y si se separan, sólo quedará entre ellos el tema de tenencia de los hijos y la división de bienes, arreglado entre ambos o abogado de por medio, según a nombre de quién estén los bienes, porque son solteros.
Sobre el tema hasta hubo un debate en asociaciones de abogados, que llegaron a la conclusión de que “cuando dos personas públicas quieren que algo trascienda van a Palermo” como dijo el doctor Miguel Angel Pierri en Radio del Plata, dando por sentada la teoría de que Juana y Gonzalo tenían una suerte de acuerdo para seguir aparentemente juntos hasta que nazca su hijo, para luego blanquear la separación de la pareja.
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