Con la herida reciente que marcó la muerte de Amy Winehouse (su padre, Mitch, se presentó en el parlamento británico reclamando más apoyo del Estado a la lucha contra la drogadicción) en el corazón de los amantes de la música, otra gran cantante confesó que padeció adicción a sustancias ilegales. Fergie, ex Black Eyed Peas, dijo que tomaba metanfetamina.
Según la californiana, la fama conduce por el camino del exceso: "Cuando tienes una personalidad adictiva y tienes fama y éxito, las drogas están ahí cada noche. Y tomas parte. Y te enganchas. 'Oh, mañana lo dejo'. Me miraba al espejo y decía: 'Voy a dejarlo' y al día siguiente llamaba a mi dealer. Pero lo superé" explicó a Showbiz Spy.
La cantante, que hoy tiene 36 años, reconoció además que las drogas tienen dos caras opuestas, y cuando se le preguntó acerca de su postura frente a este tipo de sustancias, la joven afirmó: "Creo que a veces te conducen a la brillantez y otras veces al desastre. Esa es mi respuesta".
En el seno mismo de Black Eyed Peas, otro miembro, Taboo, también ha sufrido un pasado de drogas y alcohol y lo ha superado a pesar de que el estilo de vida de la banda dificultó mucho su rehabilitación.
"Los excesos y las fiestas eran algo que estaba fuera de control y me hicieron caer muy bajo. No se trataba sólo de mí, también estaba haciendo daño a mi familia y a mi carrera" expresó Taboo.
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