Lo que se convirtió en un auténtico momentazo fue el beso que Lady Gaga y Sting se dieron justo después de terminar la canción “King Of Pain”.
Además de movimiento y gritos de euforia, en el concierto de Lady Gaga y Sting también hubo momentos para canciones más lentas, pero no por ello aburridas.
Todos coinciden en que la versión que estos dos grandes hicieron de “Stand by me” pasará a los anales de la historia. (Agencia)
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