domingo, 14 de agosto de 2011

Lo que la tele dejó en el camino

A menudo los distintos programas de la tele plantean formatos, secciones o “chistecitos”, que luego por distintas causas terminan haciendo con menos frecuencia o quedan en el olvido.

El caso más emblemático en lo que va del año es el de Los unos y los otros, que se “vendió” como un ciclo que iría a acercar partes contrapuestas y terminó convertido en un verdadero reality show.

De hecho, llegó a presentar una sección de “cambio de roles”, otra con Andrea Politti saliendo a la calle para “ponerse en el lugar del otro” y la presencia de panelistas fijos (Tomás Dente, Cielo Latini, etc) que debatían con los invitados del día.

En cuanto a Desayuno americano, dejó principalmente de lado el humor –tras la salida de Gladys Florimonte- , y también “el pasito de Riquelme” que le hacían hacer a los invitados que asistían al piso, que vendieron “como el clásico del programa” y que luego se extinguió prontamente.

En cuanto a Animales sueltos, no sólo atravesó las bajas de Delfina Gerez Bosco y Daniel Aráoz, sino que también, con la salida de este último, perdió en el camino un sketch que hacían con las mascotas de las mediáticas.

En el caso de Sábado Show, debido al tiempo reducido que tiene esta temporada respecto de la anterior, y de la novedad de Tu minuto de gloria y el musical, presentó solamente “dos cuentitos hot” con modelos, pocos homenajes y también pocos “regalos de tu vida”, ya que las dos secciones anteriores se llevan el grueso del ciclo.

Un mundo perfecto también fue variando bastante, y entre las cosas que se presentaron a principio de año y ahora ya no están, figuran las noteras que en primea instancia hicieron casting para quedar en el programa, pero luego fueron opacadas por los arribos de Gisela Marziotta, Carmela Bárbaro, Rocío Marengo y Nazarena Vélez.

Este es el Show le cede un espacio muy pequeño a la cocina, del mismo modo que la repercusión que obtiene Salven al millón le quita espacio a Dady Brieva que no visita a “la diva de los teléfonos” todas las semanas.

En el caso de Justo a tiempo, a diferencia de los primeros programas en donde todos los días hubo bowing-pool con famosos, luego la frecuencia en el desarrollo de este juego fue decreciendo, y aunque no pasó al olvido, se hace menos.

De esta manera, quedan asentadas las cosas que algún día se vieron y ya no se ven más, o que se ven, pero mucho menos que antes


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