Su marido, el talentoso fotógrafo Lucas Kirby, se asentó desde hace diez años en el DF mexicano y a la distancia, en el ida y vuelta entre México y la Argentina, vivieron el noviazgo hasta que formaron una familia y nació Calder (por cumplir los dos años). Entonces se instalaron en el exterior.
Pero ahora Jimena Cyrulnik volvió a Buenos Aires. Lo primero que hizo fue hacerse las lolas para sentirse bien, después de dar de mamar a su hijo y ya se proyecta en su vuelta al trabajo.
Por eso Lucas y Jimena, con el pequeño y divino Calder, estarán retornando al país a fin de año para instalarse en Buenos Aires.
“Fueron diez años intensos – cuenta Lucas- pero siento que terminó una etapa, aunque por trabajo seguiré en contacto con México”.
Se los ve felices con la idea de que Calder comience su jardín en Argentina y cerca de los abuelos.
Por eso vuelven.
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