Se sabe que el Gobierno de la Ciudad no quiere que se hable del San Martín. Apuntan todos sus cañones al Teatro Colón, han invertido fortuna finalmente para restaurarlo (y está muy bien que así sea) y todo se dirige al brillo de la Gala del Bicentenario del próximo 25 de mayo.
Habemus Colón. Pero perdimos el San Martín o estamos en franco camino de hacerlo.
Es obvio que las cuentas no dan para todo. Y que se sacó de muchos lados para poner en otros. Inundaciones, decisiones políticas, presupuestos ajustados, ya se sabe. Lo que también hay que poner en la balanza es esa realidad que pasa por el edificio de Corrientes al 1500, una gloria de la cultura porteña en particular y argentina en general, como es el Teatro Cultural General San Martín ( y sus aledaños, el Presidente Alvear, el Regio, el Sarmiento y el Teatro de la Ribera) que da lástima ver.
La Asociación Argentina de Actores es de los pocos organismos que sigue luchando por el San Martín y pidieron una reunión con Hernán Lombardi para ver cómo sigue el tema.
Este es el comunicado de Actores, que habla que habla de todo lo que se perdió con esta gestión:
“El año pasado, al igual que en los anteriores, se repitió el conflicto con el Gobierno de la Ciudad por la falta de contratos firmados en tiempo y forma.
Esa anomalía derivó en atrasos en los pagos de ensayos y funciones. Entonces desde la conducción y en forma conjunta con los compañeros contratados en el Complejo Teatral de Buenos Aires se decidió tomar medidas gremiales concretas para difundir esta problemática.
Previendo que nos encontraríamos en la misma situación este año, en nuestros comunicados hicimos hincapié que con el magro presupuesto 2010 destinado para la programación del Complejo Teatral degeneraría en menos puestos de trabajo y menos oferta teatral para el público.
No puede escindirse el bajo presupuesto destinado al Complejo Teatral de la Ciudad de la concepción que tiene el gobierno de Macri acerca de la Educación y la Salud al que llaman “gasto público”, sin dejar de mencionar el trato persecutorio que demuestran día a día para con el personal de planta y contratados.
A esta situación se suma el nuevo intento de eliminar los premios Trinidad Guevara, el achicamiento de los talleres del Centro Cultural San Martín, la tercerización de las producciones teatrales cedidas a empresarios privados y el indigno presupuesto para Proteatro.
La pérdida de ficción en el Canal de la Ciudad fue producto de esa misma concepción mercantilista y es preciso recordar que jamás fueron recuperadas.
Una vez más la variable de ajuste del modelo económico que defiende Macri vuelven a ser los trabajadores.
Por lo expuesto, hemos solicitado una audiencia con el Ministro de Cultura de la Ciudad Ing. Hernán Lombardi para reclamarle una vez más por lo que nos afecta, denunciándole nuestra posición ante lo que consideramos un avance sobre el derecho a conservar nuestro trabajo.
Convocamos a nuestros compañeros actores y actrices a que no esperemos a no ser contratados por el Complejo Teatral de la Ciudad para sentirnos afectados por la política económico cultural del Gobierno de la Ciudad, el problema es de todos y es hoy.
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