Lleno. El Opera de bote a bote, platea pullman y un sólo artista en escena. Alcanzó para quedurante casi dos horas el público se riera, se emocionara, aplaudiera y vivara a Dady Brieva, que desplegó todas sus armas entreteniendo a partir de los monólogos sobre su vidas, su infancia, su familia de ayer y de hoy.
En “Dadyman, recuerdos de barrio“, Dady habla de su padre, de su abuela, de su mamá, de esos tiempos en que la familia salía y dejaba encendido el foquito de afuera para que los ladrones creyeran que había alguien en casa, “el foquito era mejor que Prosegur”, bromea Brieva y arranca aplausos. Como cuando recuerda la emoción del Gordo de Navidad o la primera teta que vio en su vida, abajo del agua.
El final a toda murga fue con la aparición en escena de Mariela “Chipi” Anchipi, mujer de Dady y coach del “Bailando” y sus tres hijos varones. El público bailaba en el Opera.
En “Dadyman, recuerdos de barrio“, Dady habla de su padre, de su abuela, de su mamá, de esos tiempos en que la familia salía y dejaba encendido el foquito de afuera para que los ladrones creyeran que había alguien en casa, “el foquito era mejor que Prosegur”, bromea Brieva y arranca aplausos. Como cuando recuerda la emoción del Gordo de Navidad o la primera teta que vio en su vida, abajo del agua.
El final a toda murga fue con la aparición en escena de Mariela “Chipi” Anchipi, mujer de Dady y coach del “Bailando” y sus tres hijos varones. El público bailaba en el Opera.
Lo mejor del espectáculo es Daddy Brieva, disfrutámos muchisimo la noche y todo lo q cuenta, no hace mas q llevarnos a nuestros recuerdos mas preciados de nuestra infancia... Un genio con todas las letras..
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