Viniendo del teatro, ¿sentís que te “embarrás” un poco ingresando al mundo popular de la televisión?
Mi vínculo con la televisión tiene que ver con el tipo de creador que yo soy, sin prejuicios. Nunca estuve peleado con lo comercial o lo popular. En mis elencos siempre mezclé diferentes personalidades y siempre salí y entré al teatro comercial con la misma asiduidad con que lo hice en el alternativo. Hace casi dos años vengo siendo invitado o columnista en diferentes programas de televisión sin ningún prejuicio. Yo creo que uno es lo que es más allá del lugar que ocupa. A mi no me define el lugar que ocupo sino cómo ocupo ese lugar.
¿Cómo vivís la novedad de enfrentarte a un Bailando “homosexual”?
Está buenísimo poder sumarme al Bailando, y más con una idea tan singular y novedosa que no sucedió en ninguno de los Bailando que se hicieron en el mundo. Es una novedad para Argentina que, a su vez, desplegó ideas nuevas como que dos mujeres bailen juntas o que determinadas personas que no eran habituales también participen. Se abrió el juego.
¿Como se te ocurrió esta idea?
Cuando me convocaran para el Bailando me pareció que lo mejor era sumarme con una idea que me diera identidad. Yo siento que soy un creador que tengo mucha identidad en el recorrido que vengo haciendo y en mis experiencias dentro del teatro, como director o como actor. Mis participaciones en la tele tienen que ver con una identidad muy fuerte que se relaciona con quién es Muscari. Desde ese lugar, para mi está buenísimo sumarme a un programa como este, que es, en realidad, un concurso de personalidades en un contexto de baile. En ese concurso de personalidades me hago cargo claramente de mi personalidad, mi sexualidad, mi identidad. Lo llevo adelante, no como bandera, sino como algo que me define.
¿Cómo tomaron la idea los integrantes de la producción?
En principio me pidieron un tiempo. Yo tuve la reunión con el Chato (Prada) y con (Federico) Hoppe y ellos querían conversarlo con Marcelo (Tinelli). En dos o tres días me llamaron para decirme que a Marcelo le había encantado. Desde un principio él quería que yo estuviera y con esa idea le cerró mucho más. Además, fui el primer confirmado del Bailando. Lo sé desde octubre del año pasado cuando aún no se hablaba del programa. Desde ese momento que mi desafío para este 2011 radica en cómo conseguir una performance agradable, realizar la idea de dos hombres bailando, conseguir una buena relación con la coach y con el bailarín.
¿Fue fácil encontrar pareja?
Esa parte corrió por parte de la producción. Sé que es Emanuel Gonzáles, que se autopropuso y que tenía muchas ganas. Eso me parece buenísimo. Hay algo muy atractivo que es que siendo él heterosexual se propuso para bailar porque le gustó la novedad y lo que pueda pasar con esa novedad. Entonces, más allá de que bailar con un hombre tenga que ver con mi identidad, me gusta mucho la composición con ese hombre heterosexual. Creo que complejiza la propuesta. No son dos gay bailando juntos. Hasta se podría naturalizar la imagen de dos hombres bailando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario