Cuando la televisión descubrió que “mirarse el ombligo” era barato y rentable nacieron los programas de archivo, que terminaron como arietes que los canales utilizan para atacarse entre si. Tras soportar que TVR lo acribille desde su pantalla, este año El Trece armó Demoliendo teles, un espacio donde el canal tendrá su voz y voto.
Es imposible criticar un programa de archivos sin caer en comparaciones. Todos son iguales: informes con imágenes de la tele que, editadas de manera graciosa y ágil, hacen referencia a un tema. Decir que Demoliendo teles no muestra nada nuevo es verdad. Pero afirmar que es igual a los otros sería una gran mentira.
Luis Rubio y Diego Reinhold son la cara, y en el primer programa se los vio muy atado al guión y resucitando personajes viejos: Rubio el que era en El ojo cítrico y Reinhold el histriónico que acompañó a Nicolás Repetto en su vuelta fugaz.
Continuar describiendo el formato sería una redundancia, porque es igual en todos el formato de
un programa de archivos es fijo y sencillo y la diferencia está en el contenido y en el modo en que se cuenta todo en pantalla.
Para el debut, Demoliendo teles eligió a Diego Maradona y ShowMatch como los protagonistas de los informes más importantes.. Y la elección no fue para nada caprichosa
A Maradona le “pasaron factura” desde el arranque. El DT de la selecciñon, ante los ojos de El Trece, es uno de los “responsables” del Fútbol para todos. Fue intencionada la elección de poner en pantalla todo lo referente el clima denso que se vivió en las Eliminatorias. Fue intencionada también mechar la nota con las infinitas contradicciones de Maradona y “sus metidas de pata”. El grueso del informe fue “buena onda”, pero hacia la selección y los jugadores, pero a Maradona no se la dejaron pasar.
Diferente fue el camino que Demoliendo teles eligió para abordar ShowMatch, un producto que desde hace años es acribillado en los ciclos de la competencia; merecidamente en algunos casos y con sarna y alevosía en otros. El programa de Tinelli es “la niña bonita” de El Trece, que indefectiblemente tiene que cuidar la imagen de “la gallina de los huevos de oro del canal”.
En Demoliendo teles no negaron lo que a diario sucede en ShowMatch y no escatimaron en mostrar bochornos viejos y nuevos. Pero en ningún momento se insinuó o habló sobre la responsabilidad de Tinelli por haber permitido que todo eso suceda en su programa. En ningún informe lo mostraron al conductor como parte del escándalo, sino como a un testigo privilegiado.
Y si Tinelli es intocable, el “bufón de turno” de su circo no está ni cerca de serlo y por eso el foco de las burlas cayó sobre Ricardo Fort.
El mensaje final de la nota cuenta que en Showmatch, lo vergonzosos pasa “por obra y gracia” del destino y porque un mediático caprichoso y ciclotímico no supo callarse la boca estando en vivo.
Cada programa de archivos cuenta su versión de lo que pasa en la tele, poniendo el acento en un punto e ignorando por intereses. Demoliendo teles llega para aportar la mirada de El Trece a los análisis semanales que Zapping yTVR hacen sobre el medio.
Para Zapping, Marcelo Tinelli es alguien capaz de hacer cualquier cosa con tal de tener un punto más de rating; en cambio para Demoliendo teles es el “Showman” número 1 de la televisión argentina.
Y ninguno de los dos miente.
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