jueves, 4 de agosto de 2011

Televisión por la Inclusión


Allá lejos “el Vasquito” de Campeones o Romina de El sodero de mi vida. Más cerca en el tiempo Torito de Casi ángeles y Súper Nito y Pepa de Alguien que me quiera. Hoy Alma en El elegido, Yanina en El hombre de ti vida y Noelia en Bailando 2011.

A la televisión le costó años comenzar a incluir a aquellas personas que tenían y tienen capacidades diferentes; mostrarlos, tratarlos como iguales, darles las mismas posibilidades, recrearlos con información y altura, integrarlos a la pantalla.

Se prefería evitarlos antes de incorporarlos a una ficción, interpretarlos, o darles la posibilidad de que muestren sus capacidades, hasta que finalmente alguien dio el puntapié y esta nueva era de la televisión inclusiva se echó a rodar.

Cris Morena se animó a darle un lindísimo papel a Sebastián Cura, un adolescente con sindrome de down que brilló en la ficción juvenil, y Suar hizo lo propio con varios personajes que transitaban la vida con algunos retrasos mentales y madurativos.

Marcelo Tinelli le abrió las puertas a Serafín, un español no vidente que pudo contarle al público argentino que se puede bailar sin ver, y así la lista comenzó a crecer, y este año se retomó la iniciativa en este mismo programa con la presencia de "la enana" Noelia en la pista, demostrando sus dotes de bailarina junto a Hernán Piquín.

Por el lado de la ficción, en tanto, se puede y se debe contar a Alma (Maite Lanata), una nena autista que “se come” la telenovela protagonizada por Pablo Echarri, a Alejandro (Emilio Bardi), que en esta misma historia personifica a un paralítico y sus dificultades para seguir adelante y a Cátulo (Federico Salles), un joven con trastornos psicológicos que le imprime color a Herederos de una venganza.

En otra línea aparece en escena El puntero y aquel capítulo en el cual “el Gitano” le consiguió un medicamento a un chico del barrio con varios problemas mentales y motrices.

Y cierra este circuito El hombre de tu vida, que en el último capítulo presentó a Yanina (Jorgelina Aruzzi), una mujer discapacitada magníficamente interpretada por la actriz. Lo más paradójico de este último caso es que el episodio fue escrito por Juan Campanella y Pablo Costa, un autor que tiene la misma discapacidad que el personaje, por lo que la inclusión fue por partida doble.

Todavía falta camino por recorrer, pero no es menor citar que todos los casos señalados anteriormente son -o fueron- ponderados por el público y la crítica, es decir, que algo bueno está pasando.


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