Para los canales líderes, la ecuación es simple: si hay feriado, no hay ficción. Los costos y el bajo encendido son sus sólidos argumentos. Pero de la otra vereda hay un público que aclama y repite: “acuérdense de nosotros”.
Tradicionalmente los días no laborables resultan muy buenas circunstancias para hacer un parate, realizar una escapada turística y cortar con la rutina de todos los días.
Pero existe un gran porcentaje de televidentes que no tiene la posibilidad de entregarse a un viaje de placer, ni ensayar una salida nocturna, y reclama a viva voz que su telenovela favorita sea programada.
Es mas, los foros están llenos de comentarios diciendo que justamente el feriado, o la víspera, son excelentes ocasiones para entregarse al consumo de las tiras de la noche sin pensar en el madrugón del día después, ni en los menesteres de la vida cotidiana nocturna.
Sin embargo, nada parece sacar de su lugar a los programadores de El Trece y Telefe, más específicamente, que en cada feriado optan por sacar de circulación las tiras del prime time, y en sus lugares ubican películas, en general archi vistas, u otros programas especiales.
No hay acuerdo, en tanto y en cuanto los dos se niegan a perder: los canales, plata, y los espectadores, un capítulo de su historia preferida.
De hecho, ya de por sí, la frecuencia de emisión de estas ficciones es de cuatro veces por semana – de martes a jueves- , por lo que el público debe conformarse con una programación alternativa y no deseada para los viernes.
Pero si a esta ausencia se le suma también la de las jornadas de feriado, el contrato pareciera ser desfavorable para los televidentes.
En esta semana santa, no habrá únicos, ni herederos, ni elegidos, ni tampoco un año para recordar. La furia del espectador se hace oír, pero a juzgar por los antecedentes, no hay vuelta que darle.
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